Para  el Gimnasio Internacional de Medellín, las convivencias son mucho más que un espacio y tiempo determinados. Ellas hacen parte de la metodología gimnasiana, son tradiciones y piezas claves en el funcionamiento de la vida en Grupos.

Se trata de «laboratorios de camaradería», entendidos como los espacios en donde los grupos ponen en juego sus gustos y disgustos en jornadas continuas de dos días, cuyo referentes son el bien común, los proyectos e ideales.

Las convivencias, son además uno de estos espacios formativos por excelencia con los que cuenta el GIM, que pueden ser denominadas como un reto, ya que en cada uno de los espacios que se determinan en cada convivencia, los grupos deben hacerse cargo de manera autónoma y responsable de asuntos básicos como la limpieza de espacios y preparación de alimentos.

Una vez finalizados los dos días de convivencia, cada Dirección de Grupo elige junto con las Asambleas de Grupo los miembros más destacados, los mejores jefes, los miembros más felices, como también se detacan algunos individuos que pusieron todo de sí para mantener a su colectivo cohesionado y disfrutando este espacio. 

Así, durante los pasados 28 y 29 de septiembre, se llevaron a cabo las segundas convivencias de grupo del GIM en este año. 

Fueron espacios  marcados por las competencias, la nostalgia de las despedidas a los alumnos de once (próximos a graduarse en diciembre) y las alegrías de las victorias en las diferentes competencias por colectivos.

Los grupos reportaron haber quedado satisfechos con sus convivencias, con el ambiente logrado en cada una de ellas y los resultados de las mismas en relación a los objetivos trazados para cada una de ellas; se destaca la manera en la que se agitó cada grupo en relación a mejorar los lazos de camaradería, la cohesión y afiliación de los nuevos gimnasianos a las diferentes tradiciones y espacios comunes en cada convivencia.

LEONES:

Su objetivo estuvo claro desde el principio: Ser manada en vez de rebaño. Se trató de la reafirmación de cada León en sus deberes a partir de sus capacidades y, sobre todo, como el reavivamiento de las actitudes autónomas  de cada león con relación a los proyectos que como grupo  han emprendido.

Los resultados fueron bastante satisfactorios, y queda la alegría de una convivencia éticamente impecable.

MIRMIDONES:

Su objetivo fue «Lograr que cada mirmidón se sintonice con las rutinas y tradiciones grupales, encamine sus energías hacia un buen cierre del año y aproveche vigorosamente los espacios y pulsos de la comunidad para enaltecer el espíritu Mirmidón.» Destacan la manera en la que sus nuevos integrantes se inscribieron a las dinámicas de la convivencia, las actividades de competencia por colectivos y la memorable despedida a sus próximos graduandos.

HALCONES:

Su objetivo fue «Fortalecer las tradiciones, la identidad del grupo y las virtudes Gimnasianas con el fin de que cada Halcon sea un miembro fiel y digno de la colectividad».
En este grupo el reto general fue combatir la tendencia a la desidia y no caer en el derrotismo, disfrutar las actividades y competencias de manera que el resultado fueran unos lazos de camaradería fortalecidos para el grupo y los colectivos. Algunas de las competencias más representativas del grupo son la tradicional Copa Gallinazo y el canto. De allí el ganador de las competencias y el botín fue el colectivo de Juliana Fonseca.

Halcón solidario: Maria Paula Patiño

Halcón feliz: Maria Paula Pérez

Mejor halcón: Juan Manuel Botero

QUIRONES:

Su objetivo fue “Revitalizar la cohesión del grupo por medio de la relación entre grandes y pequeños.”

En esta convivencia los retos eran fortalecer la unión, comunicación y cohesión de los colectivos, haciendo un equilibrio entre los miembros más fuertes y los individuos que necesitan más afecto y presión del colectivo, recogiendo la cosecha de  un  colectivo 

más unido y más identificado con su grupo. Sus competencias más representativas son las Habilidades a prueba y relevos, donde se enfocan las competencias colectivas y en estas el ganador del botín fue el colectivo de Mariana Tobón.

DRAGONES:

Su objetivo fue Estimular los lazos de camaradería de los colectivos en torno al proyecto grupal “La noche Roja”.
En este grupo todas las actividades giraron todas en torno al proyecto grupal, denominado “La noche roja”.
Las alegrías de la convivencia dragona giraron en torno a darle vida y sintonizarse con el evento grupal, fortaleciendo así la identidad del grupo. También querían mejorar la comunicación entre los colectivos y poner lo que cada uno ha soñado que se concretara en el trabajo común, y lograron estos desafíos con resultados muy satisfactorios.

Sus competencias tradicionales son La copa lagartija y también realizaron un homenaje a sus graduandos. El colectivo ganador del botín fue el de Camila Restrepo.